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calle tarata - 16 de julio de 1992     foto: el comercio

Tarata: a 26 años del espanto en Miraflores

Publicado: 2018-07-16

Por: Carlos Rosales

Era la noche del 16 de julio de 1992. El Perú vivía una situación de extrema violencia, con un grupo subversivo como Sendero Luminoso perpetrando los más atroces atentados en la historia del país, bajo la consigna de la lucha armada.

El plan encabezado por Abimael Guzmán, o Presidente Gonzalo como se hacía llamar, era llevar a cabo esta "guerra popular" desde la sierra hasta la capital del país, donde lamentablemente -por descuido de las autoridades- está centrado casi todo el Perú.

Los asesinatos a campesinos, militares, policías, eran solo una parte de lo que Sendero Luminoso proyectado, ya que su fin era derrocar el gobierno de turno sin importar los métodos violentos que puedan utilizar para lograr su cometido.

Es así que llega el 16 de julio. Miraflores, un distrito comercial y llamativo, gozaba de tranquilidad como lo caracteriza la zona. Eran casi las 9:15 de la noche y la cuadra 2 de la Calle Tarata, cambiaría la pasividad por el caos.

El objetivo era el Banco de Crédito, que se ubicaba en la avenida larco. Hecho que no se pudo concretar, debido a que la seguridad de la entidad bancaria no dejó que los vehículos se estacionen frente al lugar. Por eso, decidieron estacionarlos en la calle paralela: Tarata.

El estallido de dos vehículos estacionados con 500 kilos de explosivos, cambiaría la vida de muchos civiles: el miedo, pánico y terror se apoderó de una clase social ajena al conflicto.

Todos corrían desesperados. Muchos buscaban a sus familiares entre los escombros que dejó la explosión. Las cifras son inolvidables: 25 muertos, cerca de 200 heridos, 400 locales comerciales afectados, 183 viviendas derribadas y 63 vehículos en estado inservible.

Han pasado 26 años. La Calle Tarata de Miraflores se repuso en estructura, más no en recuerdos. Abimael Guzmán, no acepta haber sido la cabeza que organizó este atentado, pese a que los indicios dicen todo lo contrario.

Sin embargo, es muy cierto que en la adversidad, se puede obtener algo bueno. Siutaciones como las que ocurrió en Tarata, enseña a que no se debe olvidar lo que pasó en el Perú hace más de dos décadas, para no volver a caer en el mismo error.


Escrito por

Carlos Rosales

Periodista. Redactor de Política, Actualidad y Deportes. Twitter: @CRosales2911


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