Escribe: Carlos Rosales


El Perú cumplirá 197 años como república, quedando a solo tres del bicentenario. Es el cumpleaños de nuestra patria y por todo lo que nos ha otorgado se le tiene que celebrar como se merece. Pese a que en los últimos días se ha comentado que el país está de luto. Nada más incierto que eso.  

¿Qué culpa tiene el Perú de padecer a un asesino, un coimero prófugo, un mafioso, un saco largo y un lobbysta, sentados en el sillón presidencial en los últimos 20 años? 

¿Qué culpa tiene el Perú de sufrir con uno de los peores Congresos de nuestra historia, si quienes le dimos ese poder fuimos los que habitamos este hermoso país? 

¿Qué culpa tiene el Perú de despertar y encontrarse a cientos de líderes políticos preocupados por la existencia de sus organizaciones, para saciar su ambición personal? 

¿Qué culpa tiene el Perú de estar afectado con un sistema judicial nefasto, donde con un par de 'verdecitos' se puede comprar a un juez o a un fiscal? 

¿Qué culpa tiene el Perú de incurrir en la ignorancia, si son las mismas autoridades que nunca se han preocupado por la educación? 

¿Qué culpa tiene el Perú contraer, con gravedad, la malicia que ha generado la delincuencia, el sicariato, la estafa y la extorsión?  

¿Qué culpa tiene el Perú de tantos accidentes vehiculares, si somos nosotros los que no respetamos las reglas de tránsito? 

¿Que culpa tiene el Perú del crecimiento del feminicidio y la discriminación general, si en los últimos años no le hemos dedicado un solo minuto a campañas de prevención? Vivimos del lamento... 

¿Qué culpa tiene el Perú de padecer con tantos niños a punto de morir por las olas de friaje, si nadie se acuerda de -si quiera- enviarles abrigo?

¿Qué culpa tiene el Perú de los niños intoxicados con el desayuno Qali Warma, si la Ministra de Desarrollo e Inclusión Social -con una cruel frialdad- los invita a que "si no quieren, no lo tomen"?

¿Qué culpa tiene el Perú del lamento por no haber clasificado a los octavos de final en el Mundial, si al día siguiente subimos a un avión e insultamos a uno de los jugadores? 

¿Qué culpa tiene el Perú del mal que aquejamos a diario, si en nosotros mismos estuvo, está y estará la decisión del cambio? 

No seamos mesquinos, ni populistas.

La fiesta del Perú se festeja a lo grande. Este hermoso país nos ha brindado historia, cultura, gastronomía, deporte, y sobre todo un lugar en donde vivir.  

El Perú no tiene la culpa de todo lo que nosotros mismos hemos generado. Es hora de utilizar la conciencia y cambiar la sociedad. Porque la culpa no es de un país, sino de su gente.